Con el propósito de ofrecer a nuestros residentes una vida lo más activa y normalizada posible, cultivamos un pequeño huerto en el que participan aquellos que tienen autonomía suficiente, promoviendo así su desarrollo, bienestar físico y emocional, así como sus relaciones interpersonales e inclusión social.

La horticultura les brinda la oportunidad de especializarse en una actividad que promueve el consumo de alimentos saludables y que además les permite el aprendizaje necesario para obtener un empleo productivo y remunerado. El producto que cultivan se destina un 80% por ciento para consumo y el 20% restante para compra de insumos y semillas.

Está comprobado que la exposición a espacios verdes y la interacción con la naturaleza puede fomentar en las personas con discapacidad intelectual una mayor sensación de autonomía y autoestima, además de reducir significativamente los niveles de ansiedad, promover el bienestar y brindar oportunidades de desarrollo.

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Para fomentar esa conexión con la naturaleza y con ellos mismos, en Hogar Los Ángeles hemos destinado un espacio de área verde en la que un pequeño grupo de residentes independientes brinda mantenimiento del césped y arbustos, limpieza y poda. 

Tejer es una práctica que favorece diversos procesos cognitivos. Además, disminuye la ansiedad y la hiperactividad, fortalece el corazón, aumenta el grado de felicidad y fomenta la autoestima.

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En Hogar Los Ángeles conocemos de primera mano sus beneficios, así como la importancia de la estimulación a través de terapias ocupacionales que brindan un sentido de pertenencia e inserción
en la sociedad.

 

Por ello creamos una pequeña fábrica artesanal en la que se trabaja día a día con cada residente, guiándoles diariamente en la elaboración de tejidos, en la que se fusionan la inclusión social con la creación de productos de calidad con acabados competitivos.